Buen resultado con pésimo o nulo juego frente a un equipo instalado en zona de descenso, quizás estaba en esa zona porque le adelantaron equipos que vencieron al Atleti en partidos anteriores.
La entrada no fue buena, no podía serlo dada la hora a que se jugaba y el vergonzoso partido contra el Rácing del jueves que nos alejó de la Champions tras tenerla "a huevo".
La primera parte venía siendo un tostón hasta que un rechace le llega a Forlán quien instintivamente da un zapatazo para que el balón entre en la portería de Cuéllar (ahora no se hace llamar Pichu). Confieso que ni me levanté del asiento ni celebré el gol, me limité a comentar "de chiripa".
Después no tardaría en llegar el segundo gol, esta vez después de una bonita jugada marcando Simao, a quien por cierto la revista que entregan a la entrada del Estadio dedicaba un reportaje en el que lo describían como "central" importante en la defensa (?). La misma revista nos situaba en la clasificación con 79 puntos (el Barça 81) y el pasado partido con el Rácing fue un 0-0, rigor periodístico.
Se llega al descanso con un 2-0 que no demostraba los méritos realizados, bien es verdad que el Sporting apenas inquietó.
Nada más empezar un contraataque bien llevado entre Forlán y el Kun termina en un gol del argentino, recordando el juego de hace meses. No nos engañemos, apenas hizo más durante el partido.
A continuación un despiste de la defensa rojiblanca hace que el Sporting acorte distancias y se acabó el partido para el Atleti, ya no hizo más aparte de darle oportunidades una y otra vez al Sporting que quizás no marcó porque está donde está por algo.
Empezó entonces en la grada el cachondeo cuando entró Pernía (Mariano) al que se vitoreó cual estrella mundialista, se reclamó para él la bota de oro dado el color de las que calzaba (por cierto a juego con el peinado de uno de los linieres), en cada gol se cantó el "Cerezo cabrón fuera del Calderón", se llegó a hacer la ola... partido surrealista y para olvidar.
Dos detalles parea finalizar:
- Magnífica la hinchada sportinguista que a pesar de las horas del partido se desplazó en masa y se dejó sentir durante todo el partido.
- Bochornosa la costumbre de los últimos partidos de cachear uno por uno a todos los que entran al Estadio, cerrando incluso algunos tornos, además es un cacheo simbólico, si notan o ven un bulto no preguntan o comprueban si es el bocadillo o un machete, ¿para qué entonces?.
Y para finalizar lamento no poder asistido al Gaudeamus celebrado ayer y que lamentablemente me enteré tarde de su convocatoria, un saludo a los convocantes y asistentes.